jueves, 9 de agosto de 2012

Espejito, espejito...

El espejo ante el que se encuentra le devuelve la imagen de una extraña, de una desconocida. ¿Quién es ella? ¿Por qué llora? Siente la necesidad de abrazarla, de consolarla, pero también de ignorarla, porque ella cree saber que se lo merece; se merece la soledad y las lágrimas que derrama, se merece la incomprensión y ninguna oportunidad. Con las medias rasgadas y el rímel corrido sigue observando aquel reflejo que tan poco afirma conocer. Ya no ve a una chica solitaria inundada por lágrimas y soledad, sino el rostro de la duda y del miedo que se manifiesta en el maquillaje que ha escondido su verdad, en los tacones que le prometieron sentirse en lo más alto, y con los que ahora tiene vértigo, en las medias que como la seguridad en ella, terminaron por rasgarse, en su blusa y esa falda que tantas miradas despertaban y tantas palabras callaban y en su esmalte de uñas que brillaba con un rojo más intenso que el de la rabia que sentía al ver aquel reflejo. La mirada de la chica del espejo se clavaba en ella como la más fría y punzante de las puñaladas, angustiándola, matándola poco a poco. Una mirada llena de reproche y castigo. 
Sus manos recorrían su pelo con nerviosismo acariciando los pensamientos que habían empezado a desbordarse. Entonces gritó. Gritó con todas sus fuerzas; un grito lleno de rabia, de desesperación, de miedo. Aferró el primer objeto que se cruzó en su camino y lo arrojó contra aquella mirada que le atravesaba el alma, contra aquel reflejo que se negaba a reconocer, contra una realidad que había llegado a odiar con todo su ser. Pero ahora ésta se encontraba repartida en fragmentos por toda la habitación, reflejando todo, reflejando nada.
Ahora que aquel reflejo no estaba, la chica se sentía sola, abandonada, angustiada. ¿Cómo le diría ahora todo lo que sentía? ¿Cómo le pediría perdón? ¿Cómo se perdonaría? ¿Cómo recordaría cómo era su sonrisa si su reflejo no se lo podía mostrar? ¿Cómo iba a seguir adelante si ni aún destruyendo sus miedos podía dejar de pensarlos?


2 comentarios:

  1. Creo que a veces hace falta mirar solo hacia adelante, y que nada refleje de donde vienes y que traes consigo detrás de ti. A veces es mejor reflejarse en los ojos de otra persona.

    Me ha recordado a un videoclip de Avril Lavigne donde rompe un espejo jeje

    ResponderEliminar
  2. "que traes contigo detrás de ti" xD perdón jeje

    ResponderEliminar