jueves, 6 de octubre de 2011

Somos los nadie.

¿Madre? ¿Padre? No, no tengo, no sé lo que es tenerlos, ni creo que lo sepa. Me gustaría empezar presentándome, bien, soy Olvido, soy Indiferencia, soy Apatía, soy Desamor, Desesperación y Desesperanza. Podéis llamarme como queráis. Mi edad... podría decirse que tengo tantos años como la humanidad, ya que con ésta nació el abandono. Vivo en las calles de tu cuidad, en todas y en cada una, sentada en una esquina, viendo pasar vidas más dichosas que la mía, esperando que a alguna de esas vidas les sobre unas monedas para mí. Suelo conseguir bastantes, pero muy pocas miradas. ¿Se sienten culpables? Soy ese trocito de desprecio, su trocito de desprecio. He nacido de esta sociedad, y ahora ella, mi madre sin rostro (o quizás con demasiados) no quiere ni mirarme a los ojos. Esos ojos que ya sean de una niña o de un hombre entrado en años tienen el mismo derecho a vivir que cualquier otros ojos, esos ojos caídos y desesperanzados que luchan por cada aliento de su vida, esos ojos que cuando un día se apaguen a nadie le importará.
Somos los nadie, los hijos de la calle.


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