sábado, 10 de marzo de 2012

Metamorfosis

Cuatro paredes pintadas de desesperación rodeaban a la joven. Estaba sentada en una cama de muelles que chirriaban al son de su corazón.
Apenas entraba luz por la ventana, prácticamente cubierta por unas cortinas raídas por el tiempo y, quizás, por las ratas. Las sábanas que cubrían la cama dejaban escapar una nube de polvo cada vez que ella hacía el más mínimo movimiento. 
Y, como su vida, la habitación estaba en penumbra.
Dejó escapar un suspiro que trataba de retener el llanto que necesitaba aflorar. Y pensó en cómo había llegado hasta ese punto, por qué le había ocurrido a ella, qué haría y si sería capaz de moverse de esa cama algún día. 
Perdió las sonrisas en un callejón hacía alrededor de medio año, el brillo de los ojos en la mirada de desprecio de un desconocido cuatro meses atrás y la esperanza hacía tan sólo unas horas.
Y entonces, negando con la cabeza, una tímida sonrisa se dibujo en sus cortados labios.
Había luchado demasiado como para rendirse ahora, venciendo en batallas que nadie quisiera librar, y, que para bien o para mal, las había superado. Sus pies desnudos y ensangrentados habían corrido hacía unas horas sobre duras piedras. Las mismas con las que tropezó una y otra vez a lo largo de los años y por las que, una y otra vez se levantó, las mismas que la arrojaban desde hacía tiempo juzgándola y sentenciándola.
Pero no tiraría la toalla.
Se levantó, dejando que los muelles de la cama chirriasen y que el polvo se filtrase por su nariz haciéndola estornudar. Abrió la ventana e inspiró hondo. Las paredes ya no eran tan oscuras, ni las cortinas estaban en tal mal estado, incluso la cama parecía confortable y ella... Ella se había convertido en la chica más bonita del mundo.



De puta, como la habían hecho sentir,
a princesa, como se quería e iba a sentir.

lunes, 5 de marzo de 2012

Harley Quinn


Sostiene un mazo lleno de locura y viste un arlequín robado de tanto valor como los sueños que olvidó.
Unos dicen que vive de amor y otros aseguran que lo  hacen de locura. Y aunque muchos no lo sepan, ambos llevan razón, porque del amor vive y por la locura sobrevive.
Dibuja sonrisas con la misma facilidad con las que las arrebata y colecciona las miradas y los desprecios de su mayor amor, Joker.
Le busca en cada cueva donde un murciélago se atreva a asomar, entre las paredes del psiquiátrico donde le conoció cuando ella no vestía su locura, en las noches disfrazadas de atentados y en las sonrisas que sólo esconden amargura.
Oculta su perdida cordura tras un antifaz que también tapa una mirada que muchos sueñan con adivinar pero muy pocos se atreverían a ver.
Ama a Joker por encima de todo, y es la única que puede hacerlo, porque es la única que realmente le conoce.