miércoles, 16 de noviembre de 2011

17

ni un minuto,
menos de un segundo.












Tengo experiencia en esto de cumplir años, lo llevo haciendo desde que nací. No es muy difícil, sólo hay que analizar el año anterior y pensar si ha sido mejor que el que viene. ¿Cómo haces eso? Imaginando, soñando. Con el tiempo coges práctica. El mío de este año rozará la irrealidad. No es algo de extrañar, normalmente esas cosas pasan cuando sueño; y me encanta.
Este año, como todos, voy a cambiar el mundo, pero antes de eso, lucharé por intentarlo; no me gusta que me den las cosas hechas. Aprenderé a volar para llegar hasta esas metas que me he puesto tan altas, de la mano de ella, eso sí, porque tengo vértigo de sentirme sola si no me acompaña en mi vuelo. También he pensado que este año voy a desarrollar esa faceta pirómana que sé que tengo y voy a quemar el pesimismo, que no es mucho, pero me han dicho que tenga cuidado, que a veces el fuego te llega. Me voy a comprar unas gafas nuevas para ver el mundo con más claridad, quiero verlo tal y como es; para bien o para mal. Y muchos post-it de colores, porque la recordadora del año pasado no me sirvió de mucho, necesito palabras en mi vida. Quiero un mural bien grande con una sonrisa, para que no se me olvide nunca como ser feliz.  
También esa tarta de Zabala que compra mi madre todos los años exclusivamente para mí, para hacerme feliz, y soplar las velas pidiendo el deseo que cada año pido y que a veces se me escapa en un suspiro. Quiero aprender a hablar con la mirada y a sonreír con el corazón. Quiero seguir escribiendo y que mis palabras no pasen desapercibidas; y no me refiero a hacerme famosa, no quiero que pasen desapercibidas para ti, que me lees, no quiero que sean sólo frases estructuradas para que tengan sentido, quiero que las sientas tanto como las siento yo.
Y supongo que por este año he pedido demasiado, con un "feliz cumpleaños" también me conformo.


No quiero



No quiero armas, quiero palabras.
No quiero lágrimas sino son de felicidad.
No quiero sangre, sólo sonrisas.
No quiero miedo en la vida.
No quiero olvidar sino es de las fronteras.
No quiero gritos sólo música.
No quiero resignación sino rebelión.
No quiero que calles; alza tu voz.

Quiero escucharte gritar,
quiero verte sonreír,
quiero todo para ti.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Invierno


Llega el invierno y con él el frío. Tiene miedo de que las sonrisas se congelen, así que ha decidido hablar con ellas. Les ha dicho que son lo más cálido y agradable que ha conocido, les ha dicho que las necesita. Ellas quieren acompañarle, pero tienen miedo a que, al igual que enfría los sentimientos y los ánimos, ellas queden igual. El invierno les ha dicho que no sólo hace cosas mala, que es él quien congela los buenos momentos para poder saborearlos mejor. 

Las sonrisas han sonreído y el invierno ha congelado ese instante.


viernes, 4 de noviembre de 2011

...y volar


No vas a llevarte mis ganas de luchar, he nacido con ella en las venas. No acallarás mi voz, ni permitiré que robes mis sueños. Nunca me arrebatarás mis ilusiones. Y si quieres silenciar mi corazón será en vano, late más fuerte de lo que imaginas. Tengo tantas sonrisas que he tenido que escoger una caja infinita para poder guardarlas y aún así, empiezan a desbordarse. Si no quieres rendirte, no lo hagas, pero ten por seguro que nunca dejaré de luchar.  Podrás obligarme a no pronunciar palabras que siento, pero no a dejar de sentirlas. Me alimento de miradas y caricias.
Amaré la libertad hasta el último suspiro y hasta el último suspiro buscaré el respirarla.


Filofobia

Ella nunca pudo querer a nadie, nunca supo lo que se sentía al amar.
"Si no puede amar, no tiene corazón", decían muchos. No era cierto, al igual que un sordo no podía escuchar y lo que más ansiaba era oír una melodía, lo que ella más ansiaba era sentir aquel estúpido sentimiento que podía llegar a ser tan maravilloso como devastador.
Y, no obstante, supo que tenía miedo; miedo a que ese amor que había conseguido huyera algún día transformado en lágrimas, temía que sólo fuesen miradas perdidas, que las diez  dulces sonrisas tuviesen que estar atadas a mentiras, tenía miedo de seguir sintiendo cuando sólo quedasen amargos recuerdos. Lo ansiaba sí, pero lo temía también.
"Los miedos se superan", dijo él. Y la chica pensó que quizás en el fondo ella no quería superarlo, que quizás prefería sacrificar mariposas en el estómago ante el riesgo de sufrir puñaladas en el corazón.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Enamorada


Me enamoré de una idea.
(Una idea. Resistente. Altamente contagiosa.)
Y ahora no puedo sacarla de mi cabeza, no puedo pensar en nada más. Cuando no la siento me cuesta respirar, cuando no la tengo me siento morir Si me falta, me sobra la vida, pero si la tengo, ésta se queda corta. Me da la vida al tiempo que me la quita. No podría olvidarla ni aunque quisiera, pero no importa; no quiero. 
(Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla.)
Desde entonces no soy la misma. He cambiado; el amor me ha cambiado. 
(La más mínima semilla puede crecer, crecer y definir... o destruir.)



Dicen que
la revuelta enamora


Con la colaboración de Inception


martes, 1 de noviembre de 2011

Miedo.


No temo a los payasos, no temo a la muerte ni a las alturas. Los asesinos y locos no me dan miedo. Tampoco el fuego me aterroriza, ni volar en avión. Hay quien teme la soledad, el olvido, el fracaso; no es mi caso. Las historias de miedo nunca me asustaron.
Hay quien teme al simple hecho de no controlar su vida, de perder el camino que debe tomar, de equivocarse o de ser traicionado.
Me gustaría temer al futuro o tener una fobia sin demasiada transcendencia.
Y yo, ¿a qué le tengo miedo? Al amor. Un sentimiento tan abstracto que puede hacerte sentir la persona más afortunada del mundo o que puede arruinarte la vida, no es algo que pueda comprender, no puedo controlarlo;  me aterroriza. Me da miedo que no dependa de mí, me da miedo no dominar algo de lo que puede depender mi felicidad. Me da miedo el amor.


No me gusta el amor.