Me enamoré de una idea.
(Una idea. Resistente. Altamente contagiosa.)
Y ahora no puedo sacarla de mi cabeza, no puedo pensar en nada más. Cuando no la siento me cuesta respirar, cuando no la tengo me siento morir . Si me falta, me sobra la vida, pero si la tengo, ésta se queda corta. Me da la vida al tiempo que me la quita. No podría olvidarla ni aunque quisiera, pero no importa; no quiero.
(Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla.)
Desde entonces no soy la misma. He cambiado; el amor me ha cambiado.
(La más mínima semilla puede crecer, crecer y definir... o destruir.)
Dicen que
la revuelta enamora
Con la colaboración de Inception
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