Por la mañana sale el Sol, y cuando éste termina su jornada, es ella quien le releva. Dicen que es la hija de la noche, pero no es cierto; ella es la noche. Camina con sus tacones de diez centímetros de pecado y viste un vestido tan provocador como su sonrisa y tan oscuro como su futuro. Colecciona miradas de desconocidos, suspiros y sonrisas. Nunca creyó ni quiso el mañana. Su orgullo le pesa más que la gravedad y la humildad es algo que no llegó a conocer. Hablan de ella como un ángel que deslumbra por las calles de Madrid, pero sólo pasea en busca de pobres diablos que la lleven a un infierno en el que pueda respirar. Y cada noche, se fuma su futuro, porque nunca creyó que lo llegase a tener. Busca en el fondo de los vasos una solución a problemas que no tiene, y cuando lo que encuentra es el amor, huye. Cambió la felicidad por alcohol, y éso es lo único que busca hasta el amanecer.
La cama es su campo de batalla, la sábanas sus trincheras y las mañanas sus derrotas.
Y a cada día, sus pasos suenan pero su vida se silencia.
Soy fan de ti de tu manera de escribir jajaja Me encanta.. ;)
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